AFINIDADES
Abrazamos la modernidad pero la vez nos sentimos cómodos con lo ecléctico, lo pasado de moda y la mezcla de estilos, materiales, colores y luces. Nos gustan las vanguardias siempre que nos ayuden a hacer lugares disfrutables. Evitamos la monotonía aunque hemos abusado a veces de las sutilezas de ambientaciones monocromas. Hemos aprendido que buen gusto y vulgaridad son conceptos extremadamente precarios para definir nuestras afinidades o rechazos, además de que son muy aburridos. Para los que aspiran al ultra chic aconsejamos buscar otros parámetros.
Tratamos de encontrar una historia oculta en cada espacio a diseñar, la imaginamos con cada proyecto, y a veces para cada ambiente, historias que tal vez nadie descubra, pero que ayuden a que cada cual teja la suya.
Las relatamos con nuestro vocabulario, por eso nos gustan las referencias, que repetimos tal vez hasta la obviedad, justamente porque nos gustan mucho.
Nos divierte lo que hacemos. Y consideramos nuestro espacio de trabajo un laboratorio donde, con la ayuda de nuestros artesanos, nunca dejamos de experimentar con la materia, sea ésta de la índole que sea.